dimecres, de juny 29

Rulfo, las oposiciones y mi alumna del CAP

Mi querida alumna del CAP Sonia, me cuenta por el MSN que ha superado la primera parte de las oposiciones. Y me dice que el tiempo que compartimos juntas haciendo el blog y las reflexiones que surgieron a partir de la práctica de esa escritura la ayudan mucho.

Va como homenaje un fragmento de Rulfo, que salió en las oposiciones. Y que me trajo recuerdos de colchones en el suelo de pisos del Ensanche barcelonés, donde leía en voz alta hasta el cansancio este trozo, sintiendo el peso de Ignacio, mi propio peso, Ignacio ¿oyes ladrar los perros?
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—Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte.
—No se ve nada.
—Ya debemos estar cerca.
—Sí, pero no se oye nada.
—Mira bien.
—No se ve nada.
—Pobre de ti, Ignacio.
La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose de arriba abajo, trepándose a las piedras, disminuyendo y creciendo según avanzaba por la orilla del arroyo. Era una sola sombra, tambaleante.
La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.

Lee el final del cuento: http://www.literatura.us/rulfo/perros.html