dimecres, de novembre 3

TIC: ni creo ni descreo sino todo lo contrario

El otro día una profesora me sorprendió diciéndome: "yo no sé que le ves a las bitácoras cuando es algo que solamente sirve para chafardear. Tú que crees en ello, explícamelo".
Casi me muero de risa, claro. ¿Creer? ¿Las TIC son una cuestión de fe? En ese caso yo creo y descreo al mismo tiempo y a la vez, todo lo contrario. jajajjaaaaaaaaa !!! ahora resulta que seré "bloguista", o "nukista" o "tiquista"??? Déu meu.

Aquí tenemos un ejemplo de la idea poco clara que hay sobre las herramientas informáticas. A ver si me puedo explicar claramente: los entornos de participación, los gestores de contenidos y de ideas son algo carente de significado sin una correcta mediación. Como en todo, es la mano de las personas las que insuflarán de vida las herramientas, y es en esa mediación que se construirá el aprendizaje.
Sigo recomendando el artículo de Eduteka que referencié ayer.

Por esto, a mi modo de ver, la formación en TIC debe estar acompañada de una reflexión permanente sobre la aplicación en el aula: relevante, siempre guiada, sin poner el acento en la parte estrictamente técnica (si la asignatura lo permite) y aplicada al área en cuestión.

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Bueno, pero dejemos estas reflexiones para pasar a la savia nueva, la sangre joven que me inunda... Sonia, Lucía, Aida y Rebeca son mi transfusión diaria.
Estas jóvenes licenciadas en Filología Hispánica son mis tutorandas de prácticas. Les propuse hacer un blog para registrar día a día sus impresiones. La aventura que empiezan debe devolverlas diferentes. El último día de sus prácticas "algo" tiene que haber calado en ellas. Es mi intención, al menos.
Y aquí están sus bitácoras por si quieren ver el proceso de unas futuras profes que no habían pisado un centro de secundaria desde que salieron de ellos como alumnas.

Blog de una
futura profe

Blog de Rebeka
El blog de Áida
Blog de Lucía

Ninguna de ellas sabía qué era una bitácora. Pero lo entendieron en cinco minutos. Sobre todo captaron que detrás de un mero saco de códigos hay un potencial para trabajar comunicación, creación, escritura... y todo lo que ello implica.

(Me pregunto si mis maestros de primaria habrán sido "lapicistas", o "reglistas". Déu meu. Ufff y encima me voy a volver religiosa. Cachis.)