Ese es el título de mi proyecto. Lo llevaré a cabo con la colaboración de las chicas del Cap, siempre y cuando consigan quedarse con las pilas cargadas el tiempo suficiente como para concretar su trabajo. La predisposición a los cambios -la buena predisposición a los cambios- es una cualidad que especialmente debemos cultivar los educadores, una profesión cuyo factor preponderante es el contacto social.
(Hoy comiendo con mi vieja y querida amiga Isabel Guibourg comentamos ampliamente el tema de la formación del profesorado inicial, que es francamente preocupante.)
Vuelvo al proyecto. La vuelta al mundo en ochenta clics: leer para escribir.
Basada en la idea de las chicas del Cap de escribir cuentos inspirados en el mundo Verne, en mi aporte sobre uso de las TIC y en el de Teresa C. sobre literatura tradicional oral... quedará como objeto algo así: un planisferio interactivo con quince puntos de países representados por cuentos escritos por los chavales. Lo publicaremos en Internet y los mejores optarán a premios Sant Jordi, cuando toque.
Estos cuentos tendrán algunos elementos comunes e indispensables:
* se desarrollan en un país referido en La vuelta al mundo en ochenta días de Verne.
* describirá un medio de transporte, al uso del siglo XIX.
* dentro de la historia, aparecerá un personaje típico que explicará un cuento tradicional del país referido oralmente. Los mismos chicos lo grabarán y ya lo pasaré a mp3 para que pueda ser insertado en los cuentos marco.
Ahora queda ver si podemos hacer una WebQuest con estas ideas, o si diseñaremos una secuencia didáctica sin más.
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